Las tectitas (del griego tektos, fundido, a veces escrito tektita) son objetos de vidrio natural, de algunos centímetros o milimetros en tamaño que, de acuerdo a la mayoría de los científicos, se han formado por el impacto de grandes meteoritos en la superficie de la Tierra.
Las tectitas son los minerales más secos conocidos, con un contenido de agua promedio de 0,005%. Esto es muy raro, ya que la mayoría de los cráteres donde las tectitas se formaron se encontraban bajo el agua antes del impacto. También se ha descubierto zircón parcialmente fundido dentro de algunas tectitas. Esto, junto con el contenido de agua, sugiere que las tectitas se formaron bajo una temperatura y presión muy elevadas (similares a las necesarias para formar diamante).
Origen de las tectitas
Hay dos teorías:
La teoría de los impactos terrestres sugiere que un gran impacto funde el material de la superficie terrestre, y junto con restos del meteorito se catapultan a algunos cientos de kilómetros fuera del sitio de impacto, algunos incluso salen de la tierra y regresan debido a la gravitación. De acuerdo con esta teoría, aunque un impacto de meteorito causa la formación, parte del material precursor de las tectitas es de origen terrestre.
El color de las tectitas es negro o verde aceituna, y su forma varía de redondo a irregular.
Tal como la teoría de los impactos declara, estas no pueden encontrarse en todas partes sobre la superficie de Tierra.
Las tectitas sólo se encuentran en cuatro áreas de dispersión, tres de los cuales están asociadas con cráteres de impacto conocidos. Solo el más grande y reciente deposito de tectita en el sureste de Asia, la llamada área de dispersión de Australasia, no ha tenido un cráter de impacto asociado con esta. Esto probablemente se deba al hecho de que incluso las grandes estructuras de impacto no son fáciles de descubrir.
A continuación se mencionan algunos tipos de tectitas, agrupados según las cuatro áreas de dispersión conocidas, y sus cráteres asociados:
- Área de dispersión Europea (Nördlinger Ries, Alemania, edad: 15 millones de años): Moldavitas (Republica Checa, verde).
- Área de dispersión de Australasia (esta zona cubre más del 10% de la superficie de la Tierra, aunque el joven y gigantesco cráter supuestamente asociado con esta, el cual no se debió haber erosionado en tan corto tiempo, no se ha localizado después de décadas de buscar mediante adhesivos de impacto; la edad de estas tectitas es 0.7 millones de años o quizás un poco más joven): Australitas (Australia, obscuras, la mayoría negras), Indochininitas (Sureste de Asia, obscuras, la mayoría negras), Chininitas (China, negras).
- Área de dispersión de Norteamérica (cráter de impacto de Chesapeake Bay, EE.UU., edad 34 millones de años): Bediasita (EE.UU., Texas, negras), Georgiaitas (E.U., Georgia, verdes).
- Área de dispersión de la Costa de Marfil (Cráter del lago Bosumtwi, Ghana, edad: 1 millón de años); las tectitas de este evento se han encontrado tan lejos como el sur de Australia: Ivoritas (Costa de Marfil, negras).
En la actualidad, el origen terrestre de las tectitas se ha aceptado por muchos estudios geoquímicos e isotópicos.
Teorías de impacto extraterrestre:
La mayoría de los científicos han descartado las primeras teorías sobre tectitas originadas en la Luna u otros cuerpos celestes. Sin embargo, varios estudios serios rechazan la tradicional "teoría de impacto terrestre".
No se ha encontrado ningún gas noble cosmogónico, producido por rayos cósmicos, en las tectitas. Esto excluye un largo viaje en el espacio que sería necesario si las tectitas no son terrestres.
Este hecho hace un origen lunar muy improbable, según los que apoyan el impacto terrestre.
Además, el origen Lunar no puede explicar por qué muchas tectitas sólo se pueden encontrar en áreas confinadas (aunque se pudiera debatir si las tectitas Australasianas y de la Costa de Marfil entran en esta definición), a diferencia de los meteoritos lunares o de algún origen distinto que se encuentran dispersos en la superficie de la Tierra.
Mientras que la batalla más visible entre los posibles orígenes de las tectitas se ha calmado desde la época del Apolo, aun continúa entre varios investigadores serios y coleccionistas de meteoritos quienes han estudiado este tema a profundidad y se niegan a descartar su teoría favorita.
Fuente: Wikipedia
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