jueves, 28 de junio de 2012

¿Qué son las tectitas?

Las tectitas (del griego tektos, fundido, a veces escrito tektita) son objetos de vidrio natural, de algunos centímetros o milimetros en tamaño que, de acuerdo a la mayoría de los científicos, se han formado por el impacto de grandes meteoritos en la superficie de la Tierra. 

Las tectitas son los minerales más secos conocidos, con un contenido de agua promedio de 0,005%. Esto es muy raro, ya que la mayoría de los cráteres donde las tectitas se formaron se encontraban bajo el agua antes del impacto. También se ha descubierto zircón parcialmente fundido dentro de algunas tectitas. Esto, junto con el contenido de agua, sugiere que las tectitas se formaron bajo una temperatura y presión muy elevadas (similares a las necesarias para formar diamante). 

Origen de las tectitas

Hay dos teorías:

La teoría de los impactos terrestres sugiere que un gran impacto funde el material de la superficie terrestre, y junto con restos del meteorito se catapultan a algunos cientos de kilómetros fuera del sitio de impacto, algunos incluso salen de la tierra y regresan debido a la gravitación. De acuerdo con esta teoría, aunque un impacto de meteorito causa la formación, parte del material precursor de las tectitas es de origen terrestre. 

El color de las tectitas es negro o verde aceituna, y su forma varía de redondo a irregular. Tal como la teoría de los impactos declara, estas no pueden encontrarse en todas partes sobre la superficie de Tierra. Las tectitas sólo se encuentran en cuatro áreas de dispersión, tres de los cuales están asociadas con cráteres de impacto conocidos. Solo el más grande y reciente deposito de tectita en el sureste de Asia, la llamada área de dispersión de Australasia, no ha tenido un cráter de impacto asociado con esta. Esto probablemente se deba al hecho de que incluso las grandes estructuras de impacto no son fáciles de descubrir. 

A continuación se mencionan algunos tipos de tectitas, agrupados según las cuatro áreas de dispersión conocidas, y sus cráteres asociados: 
- Área de dispersión Europea (Nördlinger Ries, Alemania, edad: 15 millones de años): Moldavitas (Republica Checa, verde). 
- Área de dispersión de Australasia (esta zona cubre más del 10% de la superficie de la Tierra, aunque el joven y gigantesco cráter supuestamente asociado con esta, el cual no se debió haber erosionado en tan corto tiempo, no se ha localizado después de décadas de buscar mediante adhesivos de impacto; la edad de estas tectitas es 0.7 millones de años o quizás un poco más joven): Australitas (Australia, obscuras, la mayoría negras), Indochininitas (Sureste de Asia, obscuras, la mayoría negras), Chininitas (China, negras). 
- Área de dispersión de Norteamérica (cráter de impacto de Chesapeake Bay, EE.UU., edad 34 millones de años): Bediasita (EE.UU., Texas, negras), Georgiaitas (E.U., Georgia, verdes). 
- Área de dispersión de la Costa de Marfil (Cráter del lago Bosumtwi, Ghana, edad: 1 millón de años); las tectitas de este evento se han encontrado tan lejos como el sur de Australia: Ivoritas (Costa de Marfil, negras).

En la actualidad, el origen terrestre de las tectitas se ha aceptado por muchos estudios geoquímicos e isotópicos.

Teorías de impacto extraterrestre: La mayoría de los científicos han descartado las primeras teorías sobre tectitas originadas en la Luna u otros cuerpos celestes. Sin embargo, varios estudios serios rechazan la tradicional "teoría de impacto terrestre". 

No se ha encontrado ningún gas noble cosmogónico, producido por rayos cósmicos, en las tectitas. Esto excluye un largo viaje en el espacio que sería necesario si las tectitas no son terrestres. Este hecho hace un origen lunar muy improbable, según los que apoyan el impacto terrestre.

Además, el origen Lunar no puede explicar por qué muchas tectitas sólo se pueden encontrar en áreas confinadas (aunque se pudiera debatir si las tectitas Australasianas y de la Costa de Marfil entran en esta definición), a diferencia de los meteoritos lunares o de algún origen distinto que se encuentran dispersos en la superficie de la Tierra. 

Mientras que la batalla más visible entre los posibles orígenes de las tectitas se ha calmado desde la época del Apolo, aun continúa entre varios investigadores serios y coleccionistas de meteoritos quienes han estudiado este tema a profundidad y se niegan a descartar su teoría favorita.

Fuente: Wikipedia
 

viernes, 22 de junio de 2012

Caida de meteoritos

La mayoría de los meteoritos se desintegran al incorporarse en la atmósfera de la Tierra; no obstante, se estima que 100 meteoritos de diverso tamaño (desde pequeños guijarros hasta grandes rocas del tamaño de una pelota de baloncesto) entran en la superficie terrestre cada año; normalmente sólo 5 o 6 de éstos son recuperados y son descubiertos por científicos. Pocos meteoritos son lo bastante grandes para crear cráteres que evidencian un impacto. En vez de esto, sólo llegan a la superficie a su velocidad terminal (caída libre), y la mayoría tan solo crea un hoyo pequeño. Sin embargo, algunos de los meteoritos que caen han causado daño a inmuebles, ganado, e incluso a la gente. 

Los grandes meteoroides podrían chocar con la Tierra con una fracción de su velocidad cósmica, originando un cráter de hipervelocidad de impacto. El tamaño y tipo del cráter dependerá del tamaño, de la composición, del grado de fragmentación, y del ángulo entrante del meteorito. La fuerza de tales colisiones tiene el potencial de causar una destrucción extensa. Los choques a hipervelocidad más frecuentes, normalmente son causados por un meteorito metálico, los cuales son más resistentes y transitan intactos en la atmósfera terrestre. 

Algunos ejemplos de cráteres causados por meteoroides metálicos incluyen al cráter Barringer, los cráteres de Wabar, y el cráter de Wolfe Creek, ya que en estos cráteres se encontró un meteorito metálico o sus fragmentos. 

En contraste, incluso los cuerpos pedregosos o helados que son relativamente grandes (como los cometas pequeños o los asteroides) y que llegan a pesar millones de toneladas, son frenados en la atmósfera, y por lo tanto no hacen cráteres de impacto. Aunque tales acontecimientos no son frecuentes, pueden provocar una considerable conmoción; el famoso cráter de Tunguska probablemente resultó de tal incidente. 

Grandes objetos pedregosos (de centenares de metros en diámetro o más y que logran pesar decenas de millones de toneladas o más) pueden alcanzar la superficie y causar grandes cráteres, sin embargo, estos son muy raros. Estos acontecimientos generalmente son tan enérgicos que el meteoro impactor se destruye por completo sin dejar ningún meteorito. (El primer vestigio de un meteorito pedregoso encontrado en asociación con un gran cráter de impacto fue el cráter de Morokweng en Sudáfrica,8 descubierto en mayo de 2006). 


La estela de fuego que se genera mientras el meteoroide pasa a través de la atmósfera puede lucir muy brillante, llegando a rivalizar en intensidad con el Sol, aunque la mayoría son muy difusos y no se pueden apreciar incluso durante la noche. 

A menudo, durante las caídas de meteoritos se escuchan explosiones, detonaciones, y rugidos que pueden ser causadas por explosiones sónicas, así como ondas expansivas que resultan de la fragmentación del cuerpo. Estos sonidos pueden ser escuchados sobre amplias áreas que llegan a abarcar varios miles de kilómetros cuadrados. Otros sonidos que se producen pueden ser chiflidos y silbidos, pero son pobremente comprendidos. 

Se ha reportado que cuando aterrizan los meteoritos, son un poco cálidos al tacto, pero nunca son extremadamente calientes. 

Los meteoroides que experimentan la fragmentación en la atmósfera pueden caer como una lluvia de meteoritos, las cuales pueden variar desde tan solo unas pocas rocas, hasta miles de guijarros. El área sobre la cual cae una lluvia de meteoritos se conoce como “campo de dispersión”. Los campos de dispersión comúnmente tienen forma elíptica, donde su eje mayor siempre es paralelo con la dirección de vuelo del meteoroide. En la mayoría de los casos, los meteoritos más grandes de una lluvia son encontrados un poco más lejos que el resto de las rocas dentro del campo de dispersión.

Fuente:
 

jueves, 14 de junio de 2012

Categorías de meteoritos

Tradicionalmente los meteoritos se han dividido en tres amplias categorías:
  • Meteorito pedregoso (rocas), integradas principalmente por los minerales de silicato; aerolito o litito. (Condritas y acondritas)
  • Meteorito metálico, se componen en gran parte de hierro-níquel; siderito. 
  • Meteorito pedregoso-metálico, que contienen grandes cantidades de material metálico y rocoso; siderolito.
 Los modernos esquemas de clasificación dividen los meteoritos en grupos según su estructura, composición química e isotópica, y mineralogía.

 Meteorito pedregoso
 









 Meteorito metálico











  Meteorito pedregoso-metálico














Fuente: Wikipedia